lunes, 11 de abril de 2011

Entrevista a la Dra. Yennifer Arroyave Pérez, Psicóloga de la Unidad de Salud Mental

1. ¿Cuál es el protocolo a seguir cuando llega una persona con problemas psiquiátricos al Hospital?

"Como primera instancia, se remite al paciente a las salas de urgencias donde el médico general le hace un primer chequeo. Después pasa a psiquiatría con el Doctor encargado de la zona, acompañado por dos estudiantes prácticantes de medicina y la familia del paciente. Aquí, hacen varios procesos. El primero es mirar si el paciente delira o no, por ejemplo que él diga: "yo soy el Presidente de la República". Segundo, observar si el interno tiene alucinaciones, en caso tal que diga: "las vacas de ese cuadro están volando". Como tercer proceso, se revisan los antecedentes y la última fecha de hospitalización donde se tienen en cuenta los medicamentos tomados y el orden en que fueron consumidos.
Después de haber sido tratado por el Psiquiátra, se hospitalizan en diversas salas. Por ejemplo, si la paciente es mujer y su estado es muy crítico, la internan en sala 7; pero si su estado es controlable, la remiten a sala 4. Si el paciente es hombre y se encuentra en mal estado, lo internan en sala 8; pero si su estado es controlable, lo llevan a sala 6.
Luego, a medida que pasan los días, los pacientes son visitados por la Psicóloga, por una persona de Terapia Ocupacional y los practicantes de medicina, quienes les realizan actividades como jugar dominó, ajedrez, cortar y pintar figuras".

2. En caso tal que el paciente sea muy difícil de controlar, ¿a qué otro medio recurren?

"Si el paciente no tiene una mejoría, se le aplica una Terapia Electro-Combulsiva (T.E.C), lo que genera amnesia en él, y de esta manera olvida aquel problema que lo afectaba. Esta terapia es como un "volver a empezar" para ellos".

3. ¿Cuál es la ayuda que se le brinda a la familia de estas personas con problemas psiquiátricos?

"La familia de los internos tienen continuas charlas con la trabajadora social, quien los aconseja y brinda las mejores ayudas para lograr que el problema que viven se haga más llevadero".

4. ¿Se maneja otro tipo de proyecto para estos pacientes?

"Sí, el Hospital al Día es una excelente opción para que ellos vengan algunas tardes y se entretegan en juegos y actividades y logren dispersar la mente".

jueves, 7 de abril de 2011

10. Mala atribución de culpa, que hace que los individuos se sientan culpables cuando realmente no debería ser así. Por ejemplo, cuando un sujeto se siente culpable de todos los fracasos que le acontecen, incluso de los acontecimientos sobre los cuales no tiene ningún control, puede que no quiera aventurarse en nuevos intentos para comportarse de una forma saludable por miedo a auto-culparse de manera injustificada.

11. Auto-compasión excesiva, que se evidencia cuando las personas sienten lástima de sí mismas de una forma continua. Por ejemplo, un individuo que participa en un programa de prevención (sea de prevención de conductas de juego crónico o de promoción de estilos de vida positivos y saludables) puede sentir auto-compasión de sí mismo si no llega a comportarse de la misma forma en que lo hacen los demás.


Tomado de: Buela-Casal, G; Fernández, L; Carrasco, T (1997). Psicología Preventiva. (p 81). Madrid, España.

lunes, 4 de abril de 2011

8. Miedo al fracaso, que se evidencia en que una persona no comienza a comportarse de una forma saludable debido al miedo a fracasar. Por ejemplo, una persona no se propone a realizar ejercicio físico de una forma continua debido a que no se siente competente para llevarlo a cabo.

9. Dilación, que consiste en dejar las cosas para un tiempo posterior en vez de comenzar de manera inmediata. Por ejemplo, un individuo puede querer dejar de fumar o tomar alcohol de forma excesiva, pero no comienza nunca; siempre lo deja para un «después».

Tomado de: Buela-Casal, G; Fernández, L; Carrasco, T (1997). Psicología Preventiva. (p 80). Madrid, España.

6. Falta de habilidad para completar las tareas y para llevarlas hasta el final, lo cual se evidencia en que una persona está continuamente iniciando una determinada tarea o conducta, pero no es capaz de llegar hasta el final. Por ejemplo, una persona puede tener la motivación necesaria para iniciar un comportamiento saludable (el de lavarse los dientes diariamente), pero nunca llega a hacerlo de una forma correcta.

7. Fracaso para iniciar, que se puede observar cuando una determinada persona ya no puede comenzar a comportarse de una forma saludable. Por ejemplo, un individuo puede querer comportarse de manera sana (dejar de fumar, llevar a cabo ejercicio físico, etc.), pero nunca lo lleva a cabo.


Tomado de: Buela-Casal, G; Fernández, L; Carrasco, T (1997). Psicología Preventiva. (p 80). Madrid, España.

domingo, 3 de abril de 2011

4. Utilizar las habilidades de una forma incorrecta, lo cual se evidencia en que un determinado individuo conoce cómo hacer algo, se siente motivado para hacerlo, pero emite una conducta incorrecta. Por ejemplo, un sujeto puede saber lo que tiene que hacer para no fumar, pero no utiliza las habilidades necesarias de una forma adecuada.

5. Incapacidad para trasladar el pensamiento a la acción, es decir, el sujeto conoce cómo hacer algo, pero cuando quiere comportarse de una forma concreta lo hace de manera inadecuada. Por ejemplo, un sujeto conoce qué es lo que tiene que hacer para comportarse de una forma saludable (no tomar bebidas alcohólicas), pero se siente incompetente para llevarlo a la práctica.

Tomado de: Buela-Casal, G; Fernández, L; Carrasco, T (1997). Psicología Preventiva. (p 80). Madrid, España.
2. Déficit de control impulsivo, según el cual la persona no ejecuta estilos de vida sana debido a que ha perdido la competencia percibida, real o ilusoria, sobre su comportamiento en un contexto socio-material real y concreto. Por ejemplo, la gente fuma de una forma compulsiva debido a la situación estresante, o a un estado de ansiedad generalizada porque se siente impulsado para hacerlo.

3. Ausencia de perseverancia, según la cual si una persona intenta comportarse de una forma saludable durante un tiempo, y sus intentos no resultan exitosos, termina por perder la motivación para hacerlo y abandona sus buenos y saludables propósitos iniciales.

Tomado de: Buela-Casal, G; Fernández, L; Carrasco, T (1997). Psicología Preventiva. (p 80). Madrid, España.

sábado, 2 de abril de 2011

¿Por qué las personas fracasan en comportarse de una forma saludable?

Son múltiples los factores que pueden aumentar las probabilidades de emitir un estudio conductual. Es por ello, que se han establecido características a las personas que no se comportan saludablemente  en su vida cotidiana; nos encontramos con que esto puede deberse a muchas causas, pero solo trataremos once:

  1. Carencia de motivación, pues para comportarse de una forma saludable, la motivación para hacerlo resulta una variable determinante. Por ejemplo, un individuo no conduce bajo unas condiciones de bajo riesgo controlables, debido a que no se siente motivado para hacerlo, o un sujeto no hace ejercicio físico porque no quiere o porque no se siente motivado para hacerlo.
Tomado de: Buela-Casal, G; Fernández, L; Carrasco, T (1997). Psicología Preventiva. (p 80). Madrid, España.

La persona como constructora de su salud mental

El Modelo Procesual de la Salud Mental (MPSM) tiene como centro la persona constructora del mundo y de su realidad en el marco de la salud mental y la búsqueda del bienestar. Desde este planteamiento, la evaluación psicológica se lleva a cabo considerando el problema de salud del consultante dentro de la dinámica de su personalidad en relación con las situaciones en el contexto del funcionamiento neurobiológico, ambiental y social. Por ello es necesario, independientemente del problema, relacionarnos con el consultante como persona, comprendiéndolo dentro del marco de sus metas, valores, proyecciones y expectativas de bienestar.


Tomado de: Núñez, A; Tobón, S (2005). Terapia Cognitivo-Conductual (p 194). Manizales.

viernes, 1 de abril de 2011

3. Representaciones culturales y creencias en torno a la salud mental

Las representaciones culturales respecto a la salud tienen una importante influencia en torno a cómo esta significa para las personas, lo cual incide en la puesta en acción de las prácticas saludables y en su cuidado. Tradicionalmente, en los programas de atención se le ha dado escasa importancia al significado que la comunidad le atribuye a las alteraciones emocionales. Esto explica por qué muchas veces los servicios de la salud mental no satisfacen las necesidades reales de las personas; con frecuencia se da una preferencia por los servicios de la medicina tradicional y de la medicina alternativa, ya que la psicología y la psiquiatría tienden a percibirse en la población urbana con cierta desconfianza.

Tomado de: Núñez, A; Tobón, S (2005). Terapia Cognitivo-Conductual (p 111). Manizales.

2. Apoyo social

El apoyo social consiste en la ayuda y asistencia que prestan otras personas a un individuo a través de mecanismos tales como la iglesia, la familia, entre otros. Este factor interviene en la salud ayudando a amortiguar los efectos de las situaciones estresantes, a través de su mediación en la evaluación y el afrontamiento de las situaciones potencialmente generadoras de tensión, lo cual parece que tiene una mayor importancia sobre todo en las valoraciones iniciales.

También el apoyo social podría inducir en la persona la implementación de estrategias de afrontamiento más adaptativas respecto a la situación, lo que llevaría a un mejor manejo de ésta y por consiguiente, a la experimentación de menores niveles de estrés.

Tomado de: Núñez, A; Tobón, S (2005). Terapia Cognitivo-Conductual (p 110). Manizales.