jueves, 31 de marzo de 2011

1. Entorno socio-económico

Como se ha mencionado anteriormente, la salud mental no sólo depende de la persona, sino también del contexto en el cual vive, y por consiguiente es un asunto de responsabilidad compartida, tanto por cada individuo como por la familia y las instituciones (las instituciones educativas, las de salud, las de cultura y demás), que deben buscar por todos los medios posibles, la generación de entornos en los cuales las personas puedan satisfacer sus necesidades básicas de seguridad, vivienda, alimento, trabajo, seguridad social y salud.

En definitiva, hay que tener presente que las condiciones económicas desfavorables, como el empleo informal , pobreza, la falta de servicios públicos, entre otras, se asocian a alteraciones emocionales en comunidades urbanas.

Tomado de: Núñez, A; Tobón, S (2005). Terapia Cognitivo-Conductual (p 110). Manizales.

Contexto social: modelo de proceso de la salud mental

Hace referencia al contexto en el cual se desenvuelve la persona y comprende el entorno social, económico y cultural. Se compone de ámbito socio-económico, de las redes sociales y del apoyo social, y de las representaciones sociales en torno a la salud y el bienestar. Todos estos aspectos conforman el ambiente cultural y social en el cual nacen, crecen se desarrollan y viven las personas, por lo que son esenciales en la estructuración de la personalidad y en el comportamiento, todo lo cual marca el proceso de salud.
Para explicar el desarrollo del proceso trataremos los siguientes puntos:
  1. Entorno socio-económico.
  2. Apoyo social.
  3. Representaciones culturales y creencias en torno a la salud mental.
Tomado de: Núñez, A; Tobón, S (2005). Terapia Cognitivo-Conductual (p 110). Manizales.

martes, 29 de marzo de 2011

El proyecto ético de vida

Se refiere a la construcción de un modo de vida flexible, elegido en el marco de la libertad personal, que busca dirigir la existencia hacia unos determinados fines, los cuales responden a las aspiraciones personales y a la transformación de sí mismo. La construcción del proyecto ético de vida requiere:
  1. Conocerse a sí mismo para tomar conciencia de las necesidades y aspiraciones vitales.
  2. Reconocer las oportunidades y limitaciones que vienen del entorno social, político y económico.
  3. Elaborar una ética personal compuesta de unos valores esenciales que guíen el actuar, considerando la relación con el ambiente y los demás seres humanos.
  4. Reconocer los errores y las fallas cometidos en el pasado, buscando los medios necesarios para aprender de ellos y evitar cometerlos nuevamente.
  5. Generar en el comportamiento una dinámica de continuo mejoramiento y auto-superación asumiendo las dificultades como experiencias de aprendizaje.
Para que haya salud mental en la comunidad se requiere que la misma comunidad ofrezca posibilidades de empleo, de equidad en la distribución de la riqueza, de vivienda, de salud y de educación.

Tomado de: Núñez, A; Tobón, S (2005). Terapia Cognitivo-Conductual (p 121). Manizales.

Personalidad y comportamiento

El centro en el análisis de la salud mental deber ser la persona como un todo en evolución general, pues el cerebro no es el que vive el bienestar, ni el lóbulo frontal el que aprende a manejar el trastorno de pánico; es la persona en su totalidad la que experimenta la salud, como también es ella  la que aprende a afrontar su ansiedad. 
De aquí que el proceso de la salud mental tenga como objetivo dinamizador a la personalidad, estructura que engloba el funcionamiento psicológico de la persona en su relación consigo misma, los demás y el entorno, para satisfacer sus necesidades vitales de crecimiento, desarrollo, afirmación, protección, vínculo, conocimiento, autodeterminación, trascendencia, establecimiento de lazos sociales, participación en el tejido social y la realización de un trabajo creativo-productivo.


Tomado de: Núñez, A; Tobón, S (2005). Terapia Cognitivo-Conductual (p 116). Manizales.

lunes, 28 de marzo de 2011

¿Qué es la depresión?

Se refiere al estado de ánimo común que casi todo el mundo experimenta en algún momento  dado. La gente describe este estado de ánimo como «sentirse en el hoyo», «sentirse con el ánimo por los suelos», «sentirse suspendido en el aire», «triste», «con el ánimo por los suelos», o simplemente «deprimido». La razón por la cual existen tantas palabras para describir este tipo de sentimiento es probablemente porque muchas personas lo han sentido, y porque para diferentes personas el sentimiento es distinto.
El experimentar sentimientos de depresión como los que he mencionado es algo muy normal, es parte de ser humano.


Tomado de: Buela-Casal, G; Fernández, L; Carrasco, T (1997). Psicología Preventiva. (p 158). Madrid, España.

Trastorno límite de la personalidad



Un trastorno de la personalidad es un patrón permanente e inflexible de experiencia interna y de comportamiento que puede tener su origen en la adolescencia o en la edad adulta. Es estable a lo largo del tiempo y genera malestar o perjuicios para el sujeto y los que están a su alrededor. 

Todos nosotros tendemos a enfrentarnos a situaciones estresantes con un estilo individual pero repetitivo. Por ejemplo, algunas personas tienden a responder siempre a una situación problemática buscando la ayuda de otros. Otras siempre asumen que pueden manejar los problemas por sí mismas. Algunas otras minimizan los problemas, otras los exageran.

Son evidentes las diversas situaciones a las que varios de nosotros alguna vez nos hemos enfrentado. Algunos somos capaces de superarlas, otros, caen en ellas y estas se convierten en su mayor depresión; por ello recurren a la ayuda médica. 


Tomado de:http://www.biopsicologia.net/nivel-4-patologias/1.7.-trastornos-de-la-personalidad.html

domingo, 27 de marzo de 2011

El mito de la enfermedad mental

La noción de enfermedad mental deriva de su principal fundamento de fenómenos como la sífilis cerebral o estados delirantes-intoxicaciones, por ejemplo- en que las personas pueden manifestar determinados trastornos de pensamiento y de conducta. Sin embargo, estas son enfermedades del cerebro no de la mente.

La diferencia entre una enfermedad mental y otra orgánica es que la primera, al afectar el cerebro, se manifiesta por medio de síntomas mentales, en tanto que la segunda, al afectar otros sistemas orgánicos- por ejemplo la piel, el hígado, entre otros- se manifiesta por medio de síntomas que pueden ser referidos a dichas partes del cuerpo.

Tomado de: Szasz, T (1970). Ideología y enfermedad mental. (p 22-23). Argentina.

viernes, 25 de marzo de 2011

La salud a nivel supraindividual


Dado que el individuo se halla inmerso dentro de una determinada familia que vive en una comunidad concreta y en una sociedad con cultura y/o sistema socio-económico específico, según estos sistemas funcionan de una forma «saludable» o no, influenciarán positiva o negativamente, no sólo a la salud de las personas, sino también a la promoción de ésta desde los diferentes sistemas en los que la persona está inmersa. Por ello, los conceptos de familia sana; estas son relevantes por:

  • Cohesión óptima. 
  • Relaciones interpersonales armoniosas. 
  • Consenso sobre cuestiones importantes. 
  • Flexibilidad en asignación de poder y de funciones. 
  • Orgullo en sus miembros. 
  • Apoyo emocional mutuo. 
  • Comunicación afectiva. 
  • Compromiso con la comunidad más amplia; 
organización sana y cultura y sociedad sanas son relevantes para llegar a una mayor comprensión del concepto de salud.

Tomado de: Buela-Casal, G; Fernández, L; Carrasco, T (1997). Psicología Preventiva. (p 32). Madrid, España.

jueves, 24 de marzo de 2011

La autoestima como estrategia de prevención

La autoestima nos permite evaluar las diferentes representaciones que tiene el ser humano de sí mismo en áreas como: trabajo y escolar, familiar, relaciones sociales, aspecto físico y moral-ética. De esta manera, cada uno de nosotros podemos tener una alta autoestima, aprobación, opinión favorable o satisfacción; o en caso contrario, déficit de autoestima, desaprobación, opinión desfavorable o sentirse insatisfecho consigo mismo.

¿Podemos imaginar una psiquiatría que no sea social?

Verdaderamente no, debido a que la salud mental no es un estado de la mente de un individuo, sino la cualidad de su actividad humana y ésta depende de una matriz social y se desarrolla dentro de ella. "La psiquiatría social es una ciencia que investiga experimentalmente el conjunto de factores que conforman el medio psicosocial del individuo y facilitan su integración satisfactoria y útil" (pág 26). Dicha satisfacción depende también de las continuas relaciones con las que establece con las personas de su alrededor, pues estas contribuirán a fortalecer las cualidades de cada persona que necesita una buena salud mental.


Tomado de: Martí, J; Murcia, M (1988). Enfermedad mental y entorno urbano; metodología e investigación. Barcelona.